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Fundación de la Academia de Medicina | Academia de Medicina
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Fundación de la Academia de Medicina de Medellín

Dra. DIANA PATRICIA DÍAZ HERNÁNDEZ*

Dr. TIBERIO ÁLVAREZ ECHEVERRI**


 

El 7 de julio de 1887, en Medellín, una pequeña capital de departamento que apenas despertaba de su letargo y aislamiento de varios siglos, se encontraban reunidos la “casi totalidad de los médicos domiciliados en Medellín” para realizar la primera reunión de la Academia de Medicina de Medellín, nombre que surgió luego muchas discusiones sobre cuál sería el que les daría una mayor identidad. Desde ese día se conformó una comunidad de médicos que sería indispensable en consolidación de lo que hoy podríamos llamar, según las teorías de Bourdieu un Campo de la Medicina en Antioquia. Y que aún hoy, con muchas satisfacciones y no pocas dificultades pervive en el tiempo.


Los nombres de sus 28 fundadores están consignados en la primera revista de los Anales de la Academia de Medicina de Medellín, así: Presidente: MANUEL URIBE ÁNGEL; Vicepresidente, JOSÉ IGNACIO QUEVEDO AMAYA; Secretario, RAMÓN ARANGO ARANGO, Tesorero, FRANCISCO ANTONIO URIBE MEJÍA; redactor, ANDRÉS POSADA ARANGO; los otros miembros fueron JUAN CLÍMACO ÁLVAREZ, TOMÁS JOSÉ BERNAL MEJÍA, RAFAEL CAMPUZANO MONTOYA, JOAQUÍN CASTILLA, MANUEL VICENTE DE LA ROCHE MARIZANCENA, JULIÁN ESCOBAR FERNÁNDEZ, PEDRO DIMAS ESTRADA CALLE, JOSÉ MARÍA HERNÁNDEZ, FRANCISCO ANTONIO MOLINA ÁNGEL, FEDERICO ANTONIO PEÑA JIMÉNEZ

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RAFAEL PÉREZ PUERTA, TOMÁS QUEVEDO RESTREPO, JULIO RESTREPO ARANGO, ALEJANDRO EDUARDO RESTREPO CALLEJAS,  RICARDO RESTREPO URIBE, RICARDO RODRÍGUEZ ROLDÁN, JUAN DE DIOS URIBE GÓMEZ, TEODOMIRO VILLA PELÁEZ, ENRIQUE VILLA VILLA, EDUARDO ZULETA GAVIRIA y, como Miembros Honorarios, ANTONIO MENDOZA CAMACHO Y FLORENCIO MEJÍA MACÍAS.

 

La fundación de esta Academia fue además uno de los indicios de la relevancia que venían adquiriendo los médicos antioqueños y del estatus social que estaban cimentando; pues su creación fue por una solicitud expresa del gobernador de la época, Dr. MARCELIANO VÉLEZ BARRENECHE, con el fin de contar con un “cuerpo consultivo para las numerosas cuestiones de higiene pública y salubridad general”[3]. Y así fue, posterior a su fundación, la Academia de Medicina de Medellín fue fundamental en la asesoría de múltiples problemas de salud que se presentaban en el Departamento de Antioquia.

 

Este grupo de médicos fueron responsables de direccionar las políticas de salud, debían preocuparse y recomendar sobre cómo institucionalizar los más diversos asuntos, tales como la higiene de la ciudad, los mercados, los colegios, los manicomios, los cementerios, las cantinas, las peluquerías, las caballerizas, entre otros. Sus asesorías también fueron determinantes en la prevención y control de las epidemias que azotaron el departamento a finales del siglo XIX e inicios del XX. “En Antioquia se siguieron las recomendaciones de la Academia encaminadas a evitar el contagio, vacunar a todas las personas, bañarse con agua tibia y jabón y aislar a los virolentos”[4].

 

Pero la fundación de la Academia además fue aprovechada por este grupo de médicos para dedicarse al estudio de los “adelantos de la Ciencia, especialmente en sus aplicaciones al país”[5]. En sus reuniones se exponían y discutían los más diversos problemas de salud que enfrentaba este grupo de profesionales y los nacientes descubrimientos médicos que en muchas oportunidades les exigía dejar atrás unos saberes aprendidos en el pasado para apropiarse de otros nuevos que cambiaban la forma de concebir y entender muchas de las enfermedades. 

 

La Revista Anales de la Academia de Medicina de Medellín también nació este mismo año, 1887, como el medio de divulgación de la Academia, por lo que se estimulaba a todos los médicos antioqueños a escribir en la revista:

 

 

Que todo el que observe alguna enfermedad que le parezca rara, en la especie humana ó en los animales domésticos, la describa a su modo, con la claridad que le sea posible, y envíe su comunicación a nuestra Academia; que la acompañe, si le fuere dable, de piezas anatómicas; que si halla en ellos entozoarios ó gusanos particulares, cálculos ó concreciones de cualquiera especie, los remita igualmente; que haga lo mismo con los insectos útiles o dañinos, con las serpientes, con las plantas medicinales, venenosas, alimenticias ó simplemente aplicables a la industria y que juzgue poco conocidas[6].

 

 

La revista se convirtió en el principal medio de comunicación entre los médicos de la capital y las diferentes regiones del departamento. Además, les permitió el intercambio intelectual con Corporaciones Médicas tanto nacionales como internacionales; en varios de los números de su primer período se consignan las revistas con las cuales se tenía intercambio y de las que recibían “puntualmente” sus publicaciones; por ejemplo, para 1890 se consigna que tenían canjes de revistas con la mayor parte de las naciones del Sur y Centro América; lo mismo con Inglaterra, Francia, Suiza, España y Australia, aunque con poca puntualidad los de la última nación[7].

Gracias a esta revista se puede seguir la huella que dejaron sus fundadores y descubrir “entre sombras del pasado” lo que ellos consideraron una “humilde reunión de obreros, que lidian por establecer el edificio de la ciencia”[8].

 

Hoy el pueblo antioqueño y sobre todo su cuerpo médico se siente orgulloso de la Academia de Medicina de Medellín, una institución centenaria que ha permanecido gracias al amor y dedicación que le han entregado cada uno de sus herederos. Una comunidad de médicos que además de estudiar los problemas sanitarios de la comunidad, los casos médicos de difícil solución, los aspectos éticos y gremiales del ejercicio profesional, el asesoramiento a las autoridades competentes también ha estado acompañando el buen desenvolvimiento curricular de las escuelas de medicina y la adecuada asistencia y docencia hospitalaria.

 

*Médica y Cirujana. Universidad de Antioquia.

Magister en Educación. Magister en Ciencias Básicas Biomédicas.

Especialista en Didáctica Universitaria.

Candidata a doctora en Humanidades – Universidad EAFIT

 

**Médico Cirujano. Especialista en Anestesiología y Reanimación. Universidad de Antioquia.

Especialista en Dolor y Cuidado Paliativo.

Miembro Honorario y Expresidente de la Academia de Medicina de Medellín

[1] Academia de Medicina de Medellín (1887). La Academia de Medicina de Medellín. Anales de La Academia de Medicina de Medellín, I (1), 1-3, p.3.

[2] Bourdieu, P (2002). Campo de poder, Campo Intelectual. Editorial Montressor.

[3] Academia de Medicina de Medellín (1887). La Academia de Medicina de Medellín. Anales de La Academia de Medicina de Medellín, I (1), 1-3, p.1.

[4] Álvarez, Tiberio (1996). La Academia de Medicina y el desarrollo de la Salud. En Historia de Medellín. Tomo I. Formas e impresos Panamericana, Bogotá, Colombia. p.280.

[5] Academia de Medicina de Medellín (1887). La Academia de Medicina de Medellín. Anales de La Academia de Medicina de Medellín, I (1), 1-3, p.1.

[6] Ibíd

[7] Bernal, T. (1890). Informe anual del secretario de la Academia. Anales de la Academia de Medicina de Medellín, 3 (1), 27-31.

 

[8] Uribe, M. (1887). Discurso pronunciado por el presidente de la Academia Dr. Manuel Uribe Ángel. Anales de la Academia de Medicina de Medellín, I (1), 4-5.

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